Berlín.- Una nueva terapia con células madre que se está empezando a utilizar en Alemania podría revolucionar el mundo de la odontología, al facilitar la extracción y crecimiento del hueso maxilar para colocar implantes dentales.
Los expertos coinciden en que los implantes dentales están de moda, dado que cada vez más pacientes prefieren esta modalidad que se introduce en el maxilar a los puentes o coronas postizas para recuperar su dentadura.
Sin embargo, en más de la mitad de los pacientes el maxilar está tan afectado que el implante no tiene la suficiente consistencia para ofrecer una base sólida al implante, por lo que sólo existe una alternativa: un transplante de maxilar muy largo y también doloroso.
La nueva terapia ofrece una solución a este problema. “Su implementación es relativamente fácil”, comenta el odontólogo de Aschaffenburgo, en Baviera, Wolfgang Gutwerk, uno de los primeros que ha comercializado la terapia que desarrolló la familia suiza Geistlich.
“Primero extraemos médula ósea de la cadera del paciente” que después se utiliza para hacer un concentrado de células por centrifugación, en un proceso automatizado, explicó.
El resultado se mezcla con Bio-Oss, un material sustitutivo óseo que consiste en una especie de granulado óseo esterilizado obtenido de hueso de terneras, y todo ello se coloca en el maxilar, donde con el tiempo nacerá un nuevo tejido óseo.
En nueve meses nace un nuevo hueso relativamente estable, aunque el proceso puede reducirse a entre tres y cuatro meses si se añade más concentrado celular, dijo Rainer Schmelzeisen, director de la clínica universitaria de cirugía bucal, maxilar y facilial de Freiburgo.
Schmelzeisen probó el nuevo procedimiento en un estudio clínico con más de 100 pacientes y los resultados fueron comparables a los de un transplante de hueso, pero, asegura, el sistema es mucho más sencillo y menos doloroso.
Una de las ventajas es la anestesia: un transplante necesita generalmente anestesia general, mientras la extracción de médula osea puede realizarse con local.
Además, otros procesos biotecnológicos pueden hacer superflua la intervención quirúrgica: varias empresas están desarrollando métodos biotecnológicos con factores de crecimiento que se mezclan con el material sustitutivo óseo y fomentan el desarrollo del hueso.
“Con esta proteína el tiempo de espera del paciente podría incluso reducirse a tres meses, afirma Hendrik Terheyden, director de la clínica de cirugía bucal, maxilar y facial del hospital de la Cruz Roja en Kassel y considerado un pionero de métodos regenerativos en la odontología.
La firma Medtronic ya vende en Estados Unidos un producto basado en la biomolécula BMP-2 llamado “Infuse Bone Graft” y sigue trabajando en cooperación con la empresa biotecnológica Scil Technology, de Munich.
Las desventajas de la odontología biológica es que los costos son enormes.
El tratamiento con BMP-2 supone un coste adicional de tres mil euros (casi tres mil 900 dólares), que muchos deben asumir por sí solos al no cubrirlo el seguro médico, de forma que los implantes de dientes se han convertido en casi un lujo.
Sin embargo, los expertos creen que los pacientes están dispuestos a pagarlos a cambio de esos tratamientos.
Sin embargo, hay quien alerta de riesgos y afirma preferir los métodos tradicionales de transplante: se han observado reacciones alérgicas de pacientes a las biomoléculas, advierte el director de la clínica de cirugía odontológica de Dusseldorf, Jurgen Becker
Según ha explicado la propia universidad, el sistema permite dirigr la trayectoria de las células madre(aquellas que permiten dar lugar a diferentes tejidos del organismo) hacia un molde tridimensional que se encuentra imbuido con un factor de crecimiento que impulsa el desarrollo celular. De este modo, se crean dientes artificiales dentro de la misma boca y en tan solo nueve semanas desde su implante. En las pruebas realizadas con 22 ratas se demostró que, gracias al molde dental creado por el investigador Jeremy Mao, del Laboratorio de Medicina Regenerativa e Ingeniería de Tejidos de la Universidad de Columbia, se pueden dirigir las células madre hacia dicho molde, fabricado con materiales naturales e integrado en el tejido de la mandíbula. De este modo, el diente puede desarrollarse en el mismo hueco de la mandíbula, rodeado del tejido de la piel en el que quedará injertado. Este sistema evitaría los problemas existentes en ciertos implantes que no consiguen adaptarse correctamente al hueso de la mandíbula donde se insertan. Según Mao, esta es la primera vez que se consigue la regeneración de estructuras dentales con este método. Pero el avance médico no se reduce únicamente a piezas dentales propiamente dichas, sino que también podría servir para la regeneración de ligamentos que rodean los dientes. El sistema de generación de dientes artificiales es más natural (por la propia naturaleza del método, que simula el crecimiento normal de una pieza dental) y requiere tiempos de recuperación más cortos. Por si fuera poco, según los investigadores, se trata de un sistema más barato que los implantes habituales, lo que facilitaría el acceso a la mejora de la salud bucal a muchos pacientes que no pueden permitirse costosos tratamientos. AbstractTooth regeneration by cell delivery encounters translational hurdles. We hypothesized that anatomically correct teeth can regenerate in scaffolds without cell transplantation. Novel, anatomically shaped human molar scaffolds and rat incisor scaffolds were fabricated by 3D bioprinting from a hybrid of poly-ε-caprolactone and hydroxyapatite with 200-μm-diameter interconnecting microchannels. In each of 22 rats, an incisor scaffold was implanted orthotopically following mandibular incisor extraction, whereas a human molar scaffold was implanted ectopically into the dorsum. Stromal-derived factor-1 (SDF1) and bone morphogenetic protein-7 (BMP7) were delivered in scaffold microchannels. After 9 weeks, a putative periodontal ligament and new bone regenerated at the interface of rat incisor scaffold with native alveolar bone. SDF1 and BMP7 delivery not only recruited significantly more endogenous cells, but also elaborated greater angiogenesis than growthfactor-free control scaffolds. Regeneration of tooth-like structures and periodontal integration by cell homing provide an alternative to cell delivery, and may accelerate clinical applications. Esta publicación es del Journal of Dental Research, Una nueva tecnología con células madre desarrolla dientes artificiales en el interior de la bocaInvestigadores de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, han desarrollado una tecnología que podría revolucionar los implantes dentales. Se trata de un sistema que permite dirigir la trayectoria de células madre hacia un molde tridimensional que, a su vez, está imbuido con un factor de crecimiento que impulsa el desarrollo celular. Este molde se sitúa directamente en el hueco de la mandíbula en el que falta un diente. En nueve semanas, el diente nuevo está listo. Dado que éste es un proceso más sencillo, breve y barato que el de los implantes dentales tradicionales, su comercialización podría ser inminente.![]() Un equipo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, ha desarrollado una técnica que podría revolucionar los implantes dentales. Según publica dicha Universidad en un comunicado, se trata de un sistema que permite dirigir la trayectoria de las células madre (que son las células que dan lugar a los diversos tejidos del organismo) hacia un molde tridimensional que, a su vez, está imbuido con un factor de crecimiento que impulsa el desarrollo celular. Esta técnica podría suponer que, en un futuro, se fabriquen dientes artificiales que se volverán anatómicamente correctos –adaptados a la región de la boca que los acoge- en tan sólo nueve semanas después de su implante, y que se desarrollarán dentro de la misma boca. Injerto completamente adaptadoLas personas que han perdido una o varias piezas dentales suelen reparar su pérdida con dentaduras postizas o, más recientemente, con implantes dentales. Estas soluciones palian la falta de dientes para masticar y también mejoran el aspecto físico. Sin embargo, los implantes dentales pueden fallar al no adaptarse correctamente al hueso de la mandíbula que los rodea, y que va sufriendo ciertos cambios a lo largo de la vida de las personas. El andamiaje o molde molar creado por Jeremy Mao, del Tissue Engineering and Regenerative Medicine Laboratory de la Universidad de Columbia, ha demostrado, en pruebas realizadas con 22 ratas, que se pueden dirigir las células madres hacia dicho molde, fabricado con materiales naturales e integrado en el tejido circundante (de la mandíbula). De esta forma, no es necesario crear un entorno exterior a la boca (como una Placa de Petri, que se usa para el cultivo de células) donde hacer crecer el diente para después implantarlo. En lugar de eso, el diente puede desarrollarse en el mismo hueco de la mandíbula, rodeado por el tejido de la piel en el que, al crecer, irá quedando injertado de una forma imposible de conseguir con herramientas.
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